"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, aunque la violencia se practique a plena luz del día" John Lennon

domingo, 3 de enero de 2010

Something's happen


Algo se me escapa de las manos. ¿Son los días los meses? ¿Serán las tardes de invierno, tirada en una alfombra jugando a las muñecas? Serán los años sin estudiar tanto, seguro. Que tu mayor preocupación fuera si tenías el suficiente dinero para comprar chuches o si fueras lo bastante alto para entrar en una atracción. Pueden ser el pensamiento de poder volver atrás diciendo que no valía esa vez. Las risas en el patio del colegio, las heridas en la rodilla. Hay muchas razones convincentes, pero ninguna me hacen volver realmente al pasado. Ya no quepo en los toboganes y las ganas de volver a Nunca Jamás parecen mustias. Mamá ya no me hace falta para atarme los cordones; ahora comento con ella qué le regalaremos a papá en Navidad. Ya no me peleo con mi hermana, ni le hago rabiar a mi hermano pequeño. No nos peleamos por los juguetes ni rompo sus cosas. Antes me chivateaba a mamá, ahora procuro guardarle las espaldas. Ese algo parece inevitable, irrompible. La idea de hacerse mayor asusta. Te das cuenta que Peter Pan solo era un cuento y que el principe azul podía desteñir. Ya no hay tiempo de muñecas, ya no hay tiempo de jugar a ser goleador. Estás creciendo, pero la niñez no se te va del todo de las manos. Aún está en ti.
(¿La foto? Una casita en Whitehaven Parkway, un pequeño pueblo en Washington D.C. Cuna de muchos sentimientos y de mucha gente que quería vivir y que, al poco, se hicieron mayores. Un lugar en el que pienso y me siento pequeñita, con cinco años...)

3 comentarios:

  1. Precioso relato amiga, "ya no quepo en los toboganes" me ha pellizcado... Un placer tenerte por mi Palabrafernario mundo, besos y mordiscos

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  2. Precioso comienzo,Alice...pequeño "ratón" en mi corazón.

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  3. Alice..alice...alice...
    No, definitivamente creo que no conozco a ninguna Alice =)
    Pero conozco sin duda a una persona que mató por ganarse justificadamente ese nombre. Tambien creo conocer de donde viene el susodicho, y creo sentir en sus palabras el rastro innegable del estilo de su señor progenitor. Mirandolo por el otro lado, mis comienzos en el mundo blogger fueron infinitamente más patéticos.
    Me gusta tener por aquí, Alice. Y me gusta, como siempre, ese gusto para elegir combinaciones de colores agradables a la vista.

    Ya sabes. Cerquita de mi corazón.

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