No hace falta corona para ser princesa

Príncipe, durante un momento mírame. Detén tus inquietudes por un momento, siéntate. Baja raudo de tu corcel y ven, acércate. Y si quieres, vamos a encontrarnos de nuevo, en la profundidad de tus ojos. Escúchame y créeme, ven que te cuente toda la verdad.
Te quiero así, joven y lleno de vida. De manera sincera, con todo lo que tengo para darte en las manos. Te quiero así, asesinando los dragones que me aterran o con tu semblante lleno de niñez. Guardo todas las metas que me impuse en tu pecho, en el lugar donde cada noche acudo a dormir. Y si no lo crees, comprueba que en mis pupilas no caben otros ojos que no sean los tuyos, que sólo me pongo mis vestidos para que acaricies tú el raso. Hablo de que te quiero, de la forma de quererte, de la manera que haces que te quiera…
Creo que nunca nos hizo falta bombones, ni flores, ni necias felicitaciones. Solo quise que me mostraras el mundo, solo quise hacerte feliz. ¿Y sabes qué? Que ya lo conseguimos… pero que nos queda aún reinar juntos, reinar por siempre en nuestro hermoso sueño.

...y por ser un poquitín convencional, Feliz San Valentín (L)