"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, aunque la violencia se practique a plena luz del día" John Lennon

viernes, 2 de abril de 2010

DÍA 1 (Capítulo I)

Estaba completamente segura de que no iba a dormir demasiado. El día anterior había quedado con mis amigos para despedirnos, después de mi paso por la peluquería. Me había costado bastante dejar atrás a gente tan importante como a mi mejor amigo, Rafa; o a una chica extraordinaria, Cristina. Tras varios abrazos y muchísimos “estaréis allí con nosotros” nos dirigimos a nuestras casas a terminar las últimas tonterías. Ellos, vaya donde vaya, estarán conmigo.
Nos levantamos a eso de las cuatro de la mañana. Comprobé que estaba todo y partimos hacia el aeropuerto. Llegué la última (última alumna, porque Helena Reina llegó después que yo), ya que la Mistery Machine estaba escasa de combustible y tuvimos que pararnos en una gasolinera.
Era gracioso vernos a todos allí, tan emocionados y saltarines a las cinco y cuarto de la mañana. Los padres orgullosos, con ese brillo en los ojos de “se hacen mayores”, aunque también lo comentaban con los demás padres. Casi todos llevábamos unos maletones impresionantes y algunas chicas habíamos ido el día anterior a la peluquería (Fátima, Eva y yo).


(Yo en Barajas)

Creo que fue cuando pasamos la aduana y nos despedimos de nuestros padres cuando nos sentimos rebosantes de felicidad. Ya podíamos sentir en los pies el suelo parisino… separado aún por dos aviones. A las 07:05 tomamos el primer avión, Jerez-Madrid “Barajas”, donde estuvimos sentadas juntas Lourdes, Fátima y yo. Llegar a Barajas fue otra liberación, ya que allí, en esas cintas transportadoras nos sentíamos importantes. Mirábamos a todos lados, como queriendo encontrar a algún cantante famoso o algún jugador de fútbol, aunque Teofila Martínez fue la única “famosa” que encontramos en el aeropuerto de Jerez.
No tuvimos que esperar demasiado en Barajas. En seguida embarcamos en el de Barajas-Orly, el definitivo. Álvaro y Miguel estuvieron despistados y, cuando todas las profesoras hicieron el recuento de alumnos, ellos no aparecieron. Acabó en un estúpido susto y en un cabreo para Pepi. El avión despegó a las 09:10 y esta vez nos sentamos Fátima Candón, Fátima y yo. Se me hizo corto, aunque, como siempre, no pude dormir por muy cansada que me sintiera.
Tocamos suelo parisino a las 11:10 de la mañana, en el aeropuerto Orly. Las maletas se retrasaron un poco y el autobús también, así que nos tocó esperar en el césped del aeropuerto. Las profesoras llamaron a la compañía de autobuses y arreglaron el malentendido con Basilio, el chófer que nos llevaría a Vanves.
Llegamos a nuestro hotel, Vanves Porte de Versailles (Citéa), que estaba cerca de dos estaciones de metro. Tenía justo enfrente una tienda de tatuajes y unos restaurantes que tenían muy buena pinta. Nos dieron la habitación 619, la última habitación del hotel. Estábamos bastante alejadas, pero luego comprendimos que iba a ser lo mejor si quedábamos todos en la habitación. Nos sentimos algo desilusionadas porque en el video de Youtube se veía bastante mejor, pero luego nos dimos cuenta de que el hotel iba a ser pisado muy poco.

(Algunos en la recepción del Hotel)

5 comentarios:

  1. Me alegro de que vayas a contar tu viaje, así será como compartirlo contigo, me hace ilusión... pues nada a esperar el próximo capítulo y fotos, por supuesto... mil besos preciosa.

    ResponderEliminar
  2. Qué envidia... En un futuro próximo organizaré yo una también, que siempre tuve la espinita parisina. Estaremos al tanto de tus andanzas vividas, besos y mordiscos.

    ResponderEliminar
  3. Eso, a esperar al próximo capítulo ^^
    Pinta bien la cosa :]

    te quierooo!

    ResponderEliminar
  4. Me encanta este "paso a paso" del viaje, es como estar allí y retornar a los años en que todo tiene un brillo maravilloso!!
    Se nota que lo disfrutaste un montón!!
    Besitos,
    Chiqui.-

    ResponderEliminar