Recuerdo aún cuando entré por primera vez en el Instituto "La Atalaya" de Conil. Era el colegio de mayores donde trabajaba mi padre, como yo decía. Entré como pipiola, con las miradas altivas de los más mayores. Estudiando como nunca y teniendo unas asignaturas que iban duplicándose.
Llegó segundo de ESO y mi formación académica acabó en Conil, dejando paso a mi era "Fallera", en el Instituto "Manuel de Falla" de Puerto Real. Allí crecí como estudiante y mi círculo de amistades creció también, conociendo a personas que no podré olvidar jamás. Mucho miedo, ya que era un instituto aún más grande, pero aún así acojedor donde los haya. Los nuevos estudiantes y profesores afirman que se sienten como si siempre hubieran estado allí. A mí me pasó lo mismo.
Tercero de ESO, otro pequeño escalón. Conocí a profesores increíbles que me enseñaron muchísimo más que los libros de texto (en Geografía, Inglés, Matemáticas y Tecnología sobre todo), que impartían las unidades con exigencia, pero también con confianza y respeto, ya que no éramos unos niños. Me afiancé más a mis compañeros, por eso lo recuerdo como un curso maravilloso.
Cuando volví en septiembre subí las escaleras y entré en el aula de los de cuarto de ESO, esa en la que estábamos tan ansiosos por entrar. Estaba llena de ganas porque sabía que iba a ser el mejor curso de mi vida, y lo fue. Viaje a París, nuevas amistades, historia contemporánea, construcción de un barco de madera, literatura con más profundidad, confección de un periódico para el Instituto, un tutor que nos enseñó a ser buenas personas y buenos trabajadores para el día de mañana, establecimiento de los lazos afectivos entre compañeros, formulación inorgánica y miles de protestas y llantos por las calificaciones. Todos hemos crecido y yo miro a mi clase ahora con nostalgia, porque nos separaremos, por mucho que me duela.
Ayer me senti importante, porque salí de mi habitación con tacones y vestido (lo más impropio de mi; soy de vaqueros, camiseta y zapatos deportivos) y me dirigi a la plaza del pueblo, donde tantas veces nos hemos reunido. Todos íbamos guapísimos, todos teníamos la ilusión pintada en la cara. No nos iban a celebrar una graduación digna por parte del Instituto (ya que se hace en 2º de bachillerato), pero nos bastó con una cena reservada de hacía unos meses. Luego numerosas fotos en nuestro lugar de reunión, sonrisas llenas de juventud y charlas que se escuchaban en todo el paseo marítimo. Encontronazos con amigos de otros cursos (personalmente, uno de los mejores momentos de la noche), libertades con tacones, sentimientos de adultos.Al día siguiente fuimos a recoger nuestras tan esperadas pero durante muchas semanas temidas notas. Esperábamos impaciente a nuestro tutor y nos sentamos por última vez en nuestros sitios. Columna de la derecha, segunda fila, justo encima de la ventana. Miré la mesa y me recosté en la pared sobre mi hombro una última vez más: echaría de menos esa clase cuando volviera a entrar en el instituto en septiembre. Nuestro tutor nos hacía esperar, porque nos había cogido cariño aunque algunas veces le hubieramos echo salir de sus casillas. Al final nos entregó las notas y me senti orgullosa cuando me dijo: "Excelente. Has realizado un buen trabajo", con una sonrisa que pocas veces mostraba. Los seis inseparables de la clase nos intercambiamos las notas, todos sin un sólo suspenso. Nos habíamos esforzado como nunca; también fue la última vez que íbamos a estar juntos. Finalmente, el tutor nos dedicó unas palabras y nos invadió una amarga oleada de nostalgia con su: "Habéis sido un curso ejemplar, incluso en los días malos", "Disfutad mucho del verano, que os lo merecéis" y "Si necesitais cualquier cosa, sabéis donde buscarme". Y nos hicimos una foto todos con su cámara, lo cual me sentó como una bocanada de aire fresco: nunca nos iba a olvidar.
Volvimos a nuestras casas cada uno, casi con la frase "OBTIENE TÍTULO" del boletín de notas grabada en la frente. Cada uno ha elegido su destino para el año que viene, y yo decido el bachillerato de Humanidades con un 8'4 de media en cuarto de ESO.
Estoy orgulloso.No por las notas ,que si que lo estoy (son mejores que las mias en ese nivel ,me has superado nena) sino por la maravillosa persona en que sigues convirtiéndote paso a paso.Fuiste un bebe mágico desde el primer dia,una niña soñadora,imaginativa y dulce (la dulce Campanilla decian mis amigos, otros te llamaban Pipi...¿Recuerdas?...yo siempre ratón)y una adolescente amable,dulce y preocupada por los demás...no me cabe la menor duda...vas a ser una gran mujer...de las que puede ayudar a hacer cambiar el mundo...pero por lo que más TE QUIERO es por ser tu misma en cada instante.Besitos,mi amor.
ResponderEliminarHas hecho algo que no muchos han conseguido: has retrocedido el tiempo para mí durante un instante y he vuelto a hace tres años, cuando yo también acabé mi ESO. Me has recordado momentos tatuados en mí y eso me alegra.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades por tus notas y me complace muchísimo la elección de humanidades, ya sabes como soy. Pero es que creo que es la que más va contigo, lo siento, no te veía en ciencias.
Ahora se te vienen dos años totalmente distintos, que vas a disfrutar también, pero de otra forma.
Aunque ahora te toca disfrutar del ansiado verano.
Espero verte muy pronto.
Un beso.
Ahora se abre otro camino para recorrer. Felicidades, por tu esfuerzo, tus notas y tu elección. Todos muy guapos en las fotos, jejeje.
ResponderEliminarBesos enormes.
Al igual que a tu "hermana" Fatima..... ¡¡¡¡ENHORABUENA!!!!
ResponderEliminarCuando eras chiquitilla y viendote a tí y a Amanda, pensaba que tenias dificil llegar donde se abarruntaba que llegaría ella, pronto vi mi equivocación, para llegar donde uno quiere no hace falta ser mas serio o mas descarado, ni mas prudente o más atrevido, lo unico que hay que tener es VOLUNTAD Y GANAS de alcanzar un deseo , una meta, y eso a tí te sobra, aparte de otras cosas, todas buenas. Me cuento entre los ORGULLOSOS de Tí.
TE QUIERO:
Estabas TAN guapa. Y Lourdes, y Fatima, y Cris, pero eso ya tocará decirselo a ellas en otro momento.
ResponderEliminarTe haces grande, pequeñota ^^ Y yo estaré, que es lo mejor de todos estos cambios, contigo, en ese bachillerato de humanidades. Y aprenderemos Latín y Griego juntas, esas rarunas que pasaron de unos excelentes cuartos de ciencias a unos más increibles todavía primeros de humanidades.
Te quiero tanto tanto, pastelito de naraaanja!
En estos días me siento muy orgullosa de mis dos niñas(¡aunque ya no son tan niñas!)mis dos "Graduadas". Orgullosa de que lo que has conseguido ha sido todo mérito tuyo, de tu esfuerzo y tezón. Ahora a disfrutar de tu verano, con tus amigos, viviendo momentos que sé que no olvidarás jamás, ya que son los mejores años. ¡Te quiere muchos... Mamá!
ResponderEliminarGrande mi niña!!! Enhorabuena por esa notaza, y por semejante figura mushasha... Menos mal que ya me has pillado viejo, te espero en la próxima vida... Pero con los mismos suegros!! Un besazo wapa.
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